Necesidad de cambio

Uno de estos días decido no ser más el mismo y se cumple. Creo que podré dejarme un poco de lado, renegociar conmigo y crearme -por lo menos creerme- un nuevo yo. Me pongo a pensar que puedo negarme. Me hace falta. Es posible. Lo veo simple, de verdad, muy simple. Tengo dos nombres, no haré caso a quien me llame por el primero. Me llamo de otro modo. Soy otro. No soy más ese que nombran. Si me niego, niego mi realidad, y es posible que de a poco las cosas cambien. El mundo empieza por mí, si yo cambio, la lógica me hace pensar que las situaciones lo harán. De verdad, lo creo, tal vez suena absurdo. Sólo quiero pensar que a mí también me hace falta cambiar, mucho. Ya me convencí...